El mariscal Pedro II
de Nabarra era el
jefe supremo del ejército navarro en
Después de la invasión del 1512, se llevaron a cabo varias contraofensivas
para expulsar a los invasores. En
el segundo intento de recuperación del reino acaecido en el año 1516, el mariscal Pedro de Nabarra pasó desde la Baja Navarra con 1.200 hombres. En el Roncal se le unieron 120 roncaleses. Sin
embargo en aquellos desfiladeros tropas castellanas al mando del coronel Cristóbal Villalba hicieron
prisioneros al mariscal y otros jefes agramonteses.
El mariscal Pedro de Nabarra y los agramonteses apresados fueron encarcelados en la fortaleza de Atienza. El 29 de mayo de 1518 se le hizo una oferta de perdón, a cambio de jurar fidelidad al Rey Carlos Iº de España y Vº de Alemania. El mariscal rechazó esta oferta de perdón con las siguientes palabras:
“Una vez más suplico, con toda
humildad posible a su Majestad, se sirva demostrar conmigo la magnificencia que
ha de esperarse de semejante Majestad, devolviéndome la libertad entera y el
permiso de ir servir a quien estoy obligado. La fidelidad, la limpieza que su
Alteza quiere y estima de sus servidores, yo podré guardarla a los míos, y por ello
me tornaré cautivo y esclavo de su servicio”
Posteriormente fue trasladado a la prisión de Simancas. El 24 de noviembre de 1522 , apareció acuchillado en su
celda, manteniendo su fidelidad a los legítimos reyes de Nabarra.