Año 2007 URTEA Premio Manuel Irujo

jueves, 21 de septiembre de 2023

2022 Pablo Ezkurraren hitzak

 


Lo que no podemos hacer ahora es ignorar nuestro pasado, pues es él el que marca la pauta a seguir a los pueblos con historia. Con esta frase terminaba y resumía Jon su conferencia y trabajo sobre la influencia Navarra en los trabajos de William Shakespeare. Dicha influencia, concentrada en la máxima “Navarra será el asombro del mundo” recogida por el poeta inglés en Trabajos de amor perdidos, resumía a la perfección para Jon el devenir histórico del reino de Navarra. Una mezcla de Orgullo por una gran historia, pero el dolor de lo que no fue.

Jon Oria dedicó su vida, personal y profesional, a la investigación de la historia Navarra, historia que como se desprende de su trabajo le apasionaba. Trató de sacar de la oscuridad siglos de acontecimientos para que, como he mencionado antes, fuese el conocimiento el que guiara la pauta a seguir por la sociedad. Una virtud tremendamente humanista, como lo fue su trabajo.

Desgraciadamente la versión oficial de la historia navarra que hasta tiempos recientes ha imperado, no acompañaba la verdad de sus trabajos. Y es en buena medida razón fundamental para que gran parte de los estellicas no sepan de este ilustre historiador.

Licenciado por la Universidad de Nottingham en 1973, Postgraduado en Cambridge, y doctorado en Londres con la tesis “misticismo en la obra de Margarita de Navarra”. Hombre políglota hablaba inglés, alemán, francés, italiano y griego, además de un profuso conocimiento del latín. Con extensos y variados trabajos publicados en estos idiomas sobre filosofía, historia, escultura, arte… Y sin embargo su no alineamiento con las tesis históricas oficiales hicieron que su vida y obra pasase desapercibida para el gran público navarro. Incomprensible.

En esta, su ciudad, apenas un acto de reconocimiento. Un pequeño homenaje a su fallecimiento. Como tristemente dice la frase, nadie es profeta en su tierra, menos aun si su trabajo dilucida verdades incómodas. Aunque siempre hay esperanza, en el programa de Fiestas de Estella de 1986 el escritor estellés José Torrecilla le dedicaba un artículo de reconocimiento a su trayectoria intelectual y académica, tratando que fuese conocido y reconocido en su ciudad.

Pocos sabrán que la Biblioteca de Estella-Lizarra cuenta con varias recopilaciones de su trabajo académico y libros donados por el propio Jon, por propio amor desinteresado a su querida Lizarra. También donó a la Biblioteca, a la ciudad, una escultura. la denominada “lectora” para que como él mismo señalaba en la carta de ofrecimiento de la misma ayudase a los jóvenes estudiantes a la investigación y al estudio.

La respuesta municipal tuvo que llegar por parte de los empleados de la biblioteca, no de ningún responsable político. La misma, tras agradecerle su donación, termina así “en conclusión, armados de una generosa dosis de paciencia, sin conceder resquicios al desánimo, conseguiremos que la biblioteca se enriquezca con tu colaboración”

Así pues armados de generosas dosis de paciencia, y sin conceder resquicios al desánimo, desde Irujo Etxea trataremos que con este humilde reconocimiento el conocimiento de su figura se extienda por Estella-Lizarra y sea ejemplo y pauta a seguir para un pueblo con historia.

Eskerrik asko.

 

Pablo Ezkurra

Irujo Etxearen  Bazkidea

 


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