Manuel Irujo:
Justizia gizona, justizia ezaren garaietan
Coincidiendo con su 45 aniversario, se incorporó en nombre de los
nacionalistas vascos al Gobierno presidido por Francisco Largo Caballero, el 25
de septiembre de 1936, como ministro sin cartera. Para entonces gran parte de
su familia (su madre Aniana, sus hermanos Eusebio, Pedro Mari, Juan Ignacio,
Josefina, cuñada Pilar, sobrinas...) había sido detenida y encarcelada por los
franquistas. En los escasos meses en que permaneció en Madrid puso en marcha la
delegación del Gobierno vasco que se encargaría con bastante eficacia del canje
de presos y detenidos en situaciones irregulares. Esta política suya adquiriría
una impronta oficial cuando, asumiera la cartera de Justicia en el Gobierno
presidido por Juan Negrín.
Irujo Catalunyako hospital batean |
A su conocida máxima de "humanizar la guerra" mediante una
continua promoción de canjes y libertades, se añadió su acento en garantizar la
independencia de los tribunales frente a las fuertes presiones e irregulares
actuaciones de determinados sectores políticos. Su último periodo en el
Gobierno republicano de Negrín lo desempeñó como ministro sin cartera, desde el
10 de diciembre de 1937, hasta su definitiva dimisión el 16 de agosto de 1938.
Permaneció en Barcelona hasta el avance de los franquistas en los primeros días
de 1939. En dicha capital él había sido el máximo impulsor de la Delegación del
Gobierno Vasco, reforzada en su configuración e importancia, tras la toma de
Bilbao por los rebeldes y que ayudó a la gran colonia de refugiados vascos
radicada allí desde septiembre de 1936. Manuel Irujo tras participar en las
últimas sesiones de las Cortes celebradas en el castillo de Figueres marchó al
exilio.
Justizia ministroaren izendapena |
Una vez en Francia se desplazó a Capbreton para reencontrarse con la mayor
parte de su familia, que había sido canjeada gracias a la Cruz Roja. Estando en
dicha población landesa, fue invitado por Indalecio Prieto para participar como
secretario general de la JARE. Irujo declinó la propuesta del dirigente
socialista, por reconocer al SERE creado por el Gobierno republicano y por no
querer ayudar a enconar el conflicto que desde el fin de la guerra enfrentaba a
los partidarios de éste último con Prieto. Cruzó el canal de la Mancha para
instalarse, a principios de 1940, en Londres, reforzando la delegación del
Gobierno vasco ya en funcionamiento en dicha capital de la mano de Ángel Gondra
y José Ignacio Lizaso. La entrada del ejército nazi en Francia y la
desaparición del Gobierno Vasco radicado en París, así como la del propio
lehendakari José Antonio Aguirre, llevaron a Irujo a crear y presidir el
denominado Consejo Nacional Vasco, con el fin de ser interlocutor con los
gobiernos del bloque aliado y con los distintos organismos dinamizados por los
sectores derrotados por el nazismo en el contexto de los primeros años de la II
Guerra Mundial. En especial, con la llamada "France Libre" impulsada
por Charles De Gaulle.
Tras el final de la citada guerra, en el marco de la reconstitución del
Parlamento español reunido en México, fue nombrado ministro de Industria,
Comercio y Navegación del reorganizado gobierno presidido por José Giral.
Siguiendo a éste se instaló en París, participando en dicho gobierno hasta la
crisis de febrero de 1947, en que cesó al pasar a ser presidido por Rodolfo
Llopis. Desde entonces y hasta su vuelta del exilio en marzo de 1977, las
actividades de Manuel Irujo se centraron en las delegaciones del Gobierno vasco
de la capital parisina. En dicho largo destierro, su incansable actividad como
promotor de iniciativas políticas, como prolífico articulista en toda la amplia
panoplia de publicaciones del exilio, hicieron de él un referente, no solo para
su propia corriente política, sino para todos los demócratas que ansiaban
terminar con la Dictadura franquista y recuperar el régimen de libertades y
democracia cercenado en 1939.
Josu Chueca
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