Año 2007 URTEA Premio Manuel Irujo

viernes, 11 de enero de 2013

2001 Beti arte Jose Mari



Sucedió un 4 de Octubre de 2002. Anochecía en el cerco.  El silencio de la noche iba acallando los acontecimientos de un día intenso. Las calles de Artaxona habían sido testigo de la despedida que el pueblo vasco había dispensado a su hijo predilecto.  Era ya noche cerrada. El cierzo soplaba con más fuerza aquella noche, llevando a todos los rincones de Euskalerria  la noticia de la muerte de Jimeno Jurío.  Del Adur al Ebro, de los montes de Cantabria a las llanuras de Lerida, los protagonistas de nuestra historia olvidada  recobraron vida,  queriendo recordar acontecimientos y pasajes que no podemos ignorar para entender  nuestra realidad.

            En el collado de Ibañeta, los vascones que derrotaron la retaguardia del ejército Carlomagno,  lanzaron un fuerte irrintzi que alertó a los agramonteses que  lucharon  contra  los ejércitos invasores de Castilla y Aragón.  Son los patriotas que en Velate,  Burgui, Noain y,  finalmente en Amayur,  vertieron su sangre  en defensa de la independencia del Estado de Nabarra. La Nabarra conquistada, despojada de sus derechos de reino, te recordó también aquella noche y miró hacia el cerco que tembló, cuando se escucharon en toda la geografía del viejo reino unos fuertes temblores.  Era el estruendo de los castillos y murallas que estaban siendo derruidas para impedir cualquier nuevo intento de sublevación.

Un silencio profundo y lágrimas de impotencia en los rostros fue la respuesta  de  unos hombres y mujeres  que agradecieron a  Jimeno Jurio su esfuerzo por recordar que el euskara era la lengua de los navarros. De  pueblo a pueblo, de mercado a mercado, de norte a sur, las gentes de Nabarra hablaron Euskara.  Por unos momentos  y ante la mirada atónita de los invasores que se sentían extranjeros, el euskara se había convertido en la lengua oficial de un pueblo,   Una oficialidad  que quedó para siempre escrita en los nombres de las calles, montes y lugares que nos hablaban de nuestra identidad.

            Virreyes  y nobles castellanos,  anteponiendo  los intereses de los Austrias  a los del Reino, llevaron adelante un amplio plan de colonización que iba minando nuestra identidad.  A comienzos del XVIII,  con la  venida de los Borbones y la ratificación de los fueros vivimos tiempos de esperanza en toda Euskalerria.  Esperanza que pronto se desvaneció, pues el acoso del centralismo de Madrid era cada vez mayor.  Las carlistadas  fueron   otro intento más por mantener nuestras cotas de autonomía.  Sin embargo, acabada la primera  guerra carlista,  los navarros, empobrecidos  y derrotados, negociamos a la baja, renunciando a nuestras cortes,  fueros, utilización de moneda propia y  el privilegio de exención de ir a filas. Firmamos la famosa  “Ley  Paccionada” que nos convirtió en provincia.   Tras la segunda guerra carlista, en el 1876, nuestras provincias hermanas corrieron la misma suerte con la  abolición de sus fueros.  En aquellos momentos de tristeza e impotencia comprendimos que era impensable mantener  la estructura foral dentro del marco constitucional.

            Solo nos quedaba el euskara para mantener nuestra identidad. Otro idealista como tú, Arturo Campión, con el lema “mi patria es mi lengua”, trabajó por aglutinar en torno a la lengua  los sentimientos del pueblo vasco.  “El zazpirak bat”, frase acuñada en Iruña,  era una llamada a la unidad.  Las cuatro diputaciones aunaron esfuerzos por crear instituciones y proyectos que mantuvieran vivos el euskara  y nuestra cultura. Y quizás José Mari nuestra situación sería hoy muy distinta, si los representantes de los   municipios navarros hubiesen mantenido  su voto de adhesión al Estatuto. 

            Sin embargo los sucesos  del 36   cambiaron el ritmo de nuestra historia, aumentando  y  sembrando el  odio entre las gentes de  Euskalerria.  Llegaron tiempos de amnesia y olvido en los que se intentó falsear nuestros orígenes y señas de identidad.  Gracias  Jimeno Jurio por tus trabajos de investigación que nos ha devuelto la memoria histórica y las ganas de recuperar nuestros orígenes.                 
Amanece en el Cerco. Los titulares  de los periódicos de este 5 de octubre de 2002  siguen hablando del legado  que nos ha dejado este ilustre artajonés, que se ha convertido en punto de referencia para todos los que buscamos nuestra identidad perdida. La utopía por la que tanto trabajaste está hoy mucho más cerca.

Historian zehar  Euskalerriko zelaietan gatazka handiak egon dira. Baina herri honek dituen arazoak zaharregiak dira.  Agramontesen  eta karlisten ahaleginek edo hainbat nafartarrek  eginiko lanek oraindik bizirik irauten dute. Izkutatu  egin dizkiguten sustraietan errotzen ari gara, gure nortasuna  eratuz.  Amesten dugun utopia  egia bihurtzen ari dela erakutsi  digu  gure Jose Marik.  Danok batera XXI mendean euskaldunen historia idazten jarraitzen badugu,  egoera kaxkar honi buelta eman diezaiokegu.


 Agur t´erdi José Mari.
Koldo Viñuales Galé
(2002)

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