JOSE MARIA SATRUSTEGI, IIº PREMIO MANUEL IRUJO
El escritor, antropólogo y etnólogo recibió
el premio que la asociación Irujo Etxea concede en reconocimiento a toda una
vida de trabajo y esfuerzo por la recuperación del euskera y de la cultura
vasca
Satrustegi eta Jean, begirunez Agur Jaunaren soinua entzuten
“Este pueblo tenía una deuda con tu
persona y hoy, Irujo Etxea, en nombre de toda Euskalerria, te hace entrega del
segundo premio Don Manuel Irujo, reconociendo tu entrega, trabajo e ilusión por
mantener vivas las señas de identidad de esta tierra que tanto amas”. Con estas palabras,
José María Satrustegi recibía el pasado 8 de junio la medalla de oro de la
Asociación Irujo Etxea como reconocimiento de su trabajo en defensa de la
cultura vasca.
Recibido
con un aurresku en la Plaza de la Coronación de Estella, José María Satrustegi
fue el eje principal del acto, perfectamente amenizado por la coral Ereintza.
El presidente de Irujo Etxea, Koldo Biñuales, esbozó en trazos la trayectoria
vital del galardonado, de quien resaltó “la
decisión de trabajar con todas tus fuerzas por la recuperación de la memoria
histórica de este pueblo que tanto amabas” y el hecho de que “como si de un profeta se tratara, empezaste
a proclamar que el euskara debía estar presente en todos los ámbitos de nuestra
tierra”.
El
presidente de Euskaltzaindia, Jean Haritschelhar, fue la persona encargada de
entregar a Satrustegi la medalla de oro con la efigie grabada de don Manuel
Irujo. En euskera y castellano, Haritschelhar dedicó unas palabras al
galardonado, de quien destacó su gran labor en el ámbito académico y su
repercusión en el ámbito internacional, “habiendo
sido invitado a universidades tan lejanas como la de Santa Fe en Argentina o la
de Tokio”.
Satrustegik Irujo Etxea Elkartearen Ikurra, seiburua, jaso zuen.
Satrustegi
calificó “un honor” el verse asociado
con este premio a la sombra de Manuel de Irujo, a quien definió como “sin duda, el preclaro hijo de la ciudad del
Ega, comprometido con las causas de su pueblo, amigo leal de sus amigos y una
persona íntegra”. Aunque no llegó a tener con don Manuel tan estrecha
relación como con su hermano, “me trató
siempre con cordial simpatía y elegante deferencia”. Por todo ello, recalcó
tener “ la suerte y el honor de recibir
esta medalla, que lleva su nombre, en su propia patria chica, que me llena de
orgullo” e insistió en que “la
distinción de hoy tiene un doble significado para mí: el de título honorífico y
el de vínculo permanente de admiración hacia su persona”.
Para
cerrar su discurso, rememorando los 25 años del regreso de Irujo a Estella,
repitió las palabras que don Manuel dirigió a quienes entonces le tributaron un
emotivo y caluroso recibimiento: “Cuánto
les agradezco a ustedes, cuánto les agradezco. Muchas gracias”.
Vicky Alfonso
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