Manuel Irujo Ollo
(Estella-Lizarra,1891 / Pamplona-Iruña,1981)
Su infancia
Manuel Irujo Ollo, hijo de Daniel Irujo
y Aniana Ollo, nació en Estella-Lizarra el 25 de septiembre de 1891. La amistad
de su padre Daniel con Sabino
Arana fundador del PNV, llevó a esta
familia carlista a asumir y propagar las tesis del nacionalismo.
Su juventud transcurre entre Bilbao y
Estella, cursando sus estudios en el
colegio de los jesuitas en Orduña. Al morir su padre en 1911, decide cursar la carrera de derecho para
seguir al frente del despacho de su padre.
Casado en 1916 con Aurelia Pozueta,
tuvieron una hija llamada Mirentxu. Su esposa Aurelia, contagiada con la gripe
del 18, que tantas víctimas causó, murió en Estella. Manuel Irujo
no se volverá a casar.
Diputado y Ministro de Justicia
En 1919, fue elegido Diputado Foral de
Navarra, elección que, por motivos
políticos, fue impugnada. Formó parte de las Juventudes Vascas del Partido
Nacionalista Vasco, partido en el que militó hasta su muerte. En 1921, de nuevo
obtuvo el acta de Diputado por Navarra.
En 1933, consiguió un escaño de de
Diputado a Cortes por Gipuzkoa, siendo
sus intervenciones en el Congreso de los Diputados frecuentes y polémicas. El
18 de julio de 1936, en calidad de
Diputado, asume responsabilidades de gobierno en Gipuzkoa tratando de imponer el orden y
logrando la rendición de los cuarteles de Loiola, que se mantuvieron fieles a
la República. Mientras tanto, su familia
era detenida en Lizarra, y su amigo, el
alcalde Fortunato Agirre, fusilado.
El 25 de septiembre de 1936, lo
nombraron Ministro Sin Cartera. Cargo
que aceptó para que las cortes republicanas aprobasen finalmente el Estatuto
Vasco. El 17 de mayo de 1937, asumió la cartera Ministro de Justicia, estando
al frente de la misma hasta el 28 de enero de 1938, aunque por petición expresa
del gobierno, continuase como Ministro Sin Cartera hasta agosto de 1938. En su
paso por el Ministerio de Justica, debemos reconocer: su peculiar humanismo, la
defensa a ultranza de los Derechos Humanos, y su repugnancia por los
ajusticiamientos y asesinatos, haciéndose famosa su frase “Se acabaron los paseos”. Promovió activamente el canje entre
prisioneros de ambos bandos.
Mitín nacionalista en la plaza de toros de Lizarra (1931)
Sus años de exilio
Sus años de exilio
El exilio
empezó para Manuel Irujo en 1939, cuando
cruzó la frontera de Perpignan con Jose Antonio Agirre, Julio Jauregui y Lluis
Companys, prolongándose hasta un 24 de marzo de 1977, día en que pisó suelo
navarro en el aeropuerto de Noain.
Durante largos años, trabajó
incansablemente para que Europa reconociese la existencia de un Gobierno Vasco
en el exilio. Asesor jurídico del
Gobierno Vasco, promotor del Consejo Nacional Vasco en Londres, integrante de
numerosas Comisiones de la recién formada Unión Europea, redactor del Boletín
del Gobierno Vasco en el exilio, colaborador asiduo en las revistas de los
Centros Vascos Americanos, autor de libros publicados en la editorial Ekin y contertulio
de la joven Radio Euskadi que emitía desde Venezuela.
Su vuelta a casa
En su vuelta a casa, entre 1977 y 1981,
continúo ilusionado su actividad política asumiendo importantes
responsabilidades: Senador por Navarra, Presidente de la Asamblea de
Parlamentarios Vascos, y Diputado Foral. En 1980 todavía tuvo fuerzas para
lanzar el chupinazo del 6 de julio en Iruña, pero el 14 de agosto, una
trombosis merma su extraordinaria actividad, muriendo en el Hospital de Navarra el 1 de enero de 1981.
” Mi única constitución es Gora Euskadi Askatuta” fue una de sus
últimas frasea que pronunció antes de morir.
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