Año 2007 URTEA Premio Manuel Irujo

lunes, 2 de noviembre de 2020

2018 Maisu handi baten hitzak

 Agintariak. Lagun maiteak.

Autoridades. Queridas amigas y amigos.

La llamada telefónica del Sr. Koldo Viñuales para comunicarme la concesión de este premio en su edición número 18, me causó una gran impresión. Ante todo, por la sensación de inmenso respeto a Manuel de Irujo y a su generación. La generación de nuestros padres que dedicaron su vida para “sacarnos adelante”. Tras la guerra y en dictadura su sueño era que aquello no se volviera a repetir con la esperanza de ver un mundo mejor para nosotros.

Paco Etxeberria en su discurso de agradecimiento

Todos los aquí presentes conocéis sobradamente el papel que jugó Manuel de Irujo en aquella, como todas, guerra inhumana procurando impulsar los valores esenciales del derecho humanitario que años más tarde se formularían tras la segunda Guerra Mundial. Por eso en las actuales investigaciones que llevamos a cabo en materia de memoria histórica, Manuel de Irujo nos sale a cada paso: canje de prisioneros en la frontera, atenciones sanitarias a presos, constantes directrices sobre la evitación de sufrimientos innecesarios, etc. Sin duda todo ello como consecuencia de su excelente formación jurídica y sus profundas convicciones religiosas. Un papel relevante de la Cruz Roja Internacional, de Marcel Junod, de Manuel Irujo, etc. que nos ha recordado en más de una ocasión Iñaki Anasagasti.

Es por ello que me impresiona mucho este premio que, recojo con una mano y lo entrego con la otra a todas las personas que me acompañan en esta fantástica tarea de recuperar la memoria histórica en la que nos encontramos inmersos de la mano de las instituciones, el Gobierno Vasco y el Gobierno de Navarra.

Mañana mismo, realizaremos la exhumación de una fosa común en Artazu. Hasta los muertos tienen derecho a ser tratados de conformidad a sus normas, costumbres, tradiciones y religión. ¿Qué pensaría Don Manuel y qué pensarían mis padres si estuvieran presentes hoy?¿Cómo no conmoverse ante la carta enviada a su madre por el guipuzcoano Pedro Basurto la víspera de su fusilamiento en Iruña que dice así?:

Por mi no tengáis ninguna pena, porque he tenido una muerte muy buena. Pero no tengo nada más que una pena: que usted quede con esa familia, pero como es una buena madre le ayudarán todos. Me despido de usted. Pedro Basurto

Dudas, miedos, preocupaciones: kontuz, ixo. Es probable que cada uno de nosotros tenga “su tiempo” para incorporarse a esta tarea de la recuperación de la memoria histórica. Y por eso no hay que enfadarse con nadie. Las cosas se van a dar de manera natural sin forzar ninguna situación. Es inevitable, que para construir el futuro desde el presente, tengamos en cuenta también el pasado.Y esto es especialmente relevante cuando hablamos de víctimas, esto es, los afectados por la tragedia que vivieron nuestros padres o que nos alcanzaron a nosotros mismos.

De la movilización social contra los efectos del olvido emergió un nuevo sujeto social y político: las víctimas. Es un proceso de muy largo alcance dado que con él se rompe la histórica bipolaridad del enfrentamiento de dos bandos con su origen en la guerra civil. La memoria se convierte desde esta perspectiva en un espacio de empoderamiento de las víctimas, de ejercicio de ciudadanía. En efecto, en el ejercicio de memoria, las víctimas individualizadas, locales y regionales, pasan a la condición de víctimas organizadas, de víctimas-ciudadanos. Las víctimas están definidas por el contexto,… pero también generan nuevos contextos…

La memoria es ante todo una instancia de reconocimiento del sufrimiento social causado por la violencia, que niega, oculta y suprime responsabilidades en la escena judicial, pero también en la escena política. Esta constatación significa que no habrá salida política sin reconocimiento a ese dolor, a ese sufrimiento acumulado de las víctimas de tantas injusticias vividas a lo largo de la dictadura.

En cierto modo, la memoria es una forma de justicia de las víctimas. En situaciones de impunidad, es decir, cuando el derecho no ha cumplido en su momento su función, “la memoria adquiere un decisivo valor compensatorio”. La Memoria está vinculada orgánicamente a la democracia y por tanto está inscrita en un horizonte de negociación y reconciliación. La memoria construye democracia y no es enemiga sino aliada de la paz y fundamento de la democracia.

Además, desde la centralidad de las víctimas, todos compartimos que es necesario establecer una memoria incluyente:

  • Que recoja los diferentes hechos de conculcaciones de derechos humanos y una crítica moral básica a los mismos.

  • Que muestre respeto por el dolor y dignidad de las víctimas causada por distintos perpetradores con las que no se ha sentido cercanía política.

  • Que afronte las ambivalencias o diferentes cuestionamientos o efectos negativos que genera una memoria incluyente sin utilizarlos “contra los otros”.

  • Que reconozca los límites que pueda tener, pero se focalice en su contribución a la restauración de los lazos de convivencia.

  • Que asiente en una base común de respeto por los derechos humanos más allá de las diferencias políticas.

Y esto sirve igual para la memoria histórica como para la memoria reciente.

El canto del Agur Jaunak cerró el acto

Para finalizar, agradezco al Profesor José Luis de la Cuesta sus palabras de amigo. He de reconocer que me siento un médico atípico y que, como especialista en Medicina Legal y Forense, la influencia que he recibido del Instituto Vasco de Criminología de la Universidad del País Vasco me ha resultado fundamental ya que un día descubrí que en la vida debemos procurar ser objetivos e imparciales, pero probablemente no podemos ser neutrales si se trata de vulneraciones a los derechos humanos.

Si las víctimas tienen derecho a la memoria, la sociedad, nosotros tenemos el deber de memoria.

Y como no, también, agradezco a la Fundación Irujo Etxea este reconocimiento que me obliga a seguir en este trabajo con responsabilidad en el que no sobra nadie.

Eskerrik asko.

Francisco Etxeberria Gabilondo

Premio Manuel Irujo 2018





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