Peio Agirre Manuel Irujoren Sarian |
Néstor Basterretxea, fue uno de los artistas vascos del siglo XX y XXI más destacados y relevantes. Un artista por encima de cualquier categoría disciplinar, escultor, pintor, cineasta, diseñador etc., ARTISTA. Casi siempre en las biografías de Néstor, su azarosa vida llena de anécdotas y aventuras y sus innovaciones en el campo del arte se mezclan. Brillante fabulador, su oratoria hacía de él todo un narrador, un contador de historias apoyado siempre en su experiencia vital. El renacimiento moderno en la cultura vasca, en la década de los sesenta, tiene en Néstor Basterretxea a uno de sus fundadores. Fruto de este compomiso con lo popular son el largometraje Ama Lur (1968), y también la Serie Cosmogónica Vasca. Cuando desde esa década de los años sesenta se mira hacia atrás, a artistas o ejemplos artísticos anteriores, sólo se halla un gran vacío alrededor de un signo de interrogación. (Me refiero a artistas verdaderamente modernos). Únicamente las pinturas prehistóricas, los crómlechs y una lengua de transmisión principalmente oral quedan como vestigios de una cultura, pero no imágenes escultóricas, formas corpóreas, máscaras u otros restos de arqueología.
Peio Agirre Nestorren seme-alabekin |
La creación de un lenguaje inédito para dar
“forma” a una lengua cuya manifestación durante milenios fue
principalmente oral, no puede verse sino como ejercicio de positivismo
antropológico, como utopía. Es lo que Néstor hizo con el euskera. Su mirada
profunda sobre lo moderno se extendía a la antigüedad, al folklore y a las
raíces de su amado país. En mi recuerdo queda la amistad y la fraternidad.
Néstor Basterretxea fue un artista de la utopía, un artista generoso y valiente
y sobre todo, libre.
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