Año 2007 URTEA Premio Manuel Irujo

sábado, 26 de septiembre de 2020

2015 Lizarrako Gazteluraino VI. Martxa

                                                                                                                                                                                                       


Hoy se cumplen 503 años de la rendición del Castillo Mayor de Estella-Lizarra acaecida el 30 de osctubre en 1512. Aquel día las tropas leales a los reyes legítimos Juan de Labrit y Catalina de Foix, salieron portando sus armas y los estandartes de Navarra.

El castillo de Estella se convirtió en uno de los símbolos de la resistencia a la conquista de las tropas españolas. Desde el inicio de la invasión del Duque de Alba, este castillo resistió ininterrumpidamente con la esperanza de ser liberado por el reorganizado ejército del rey Juan que atravesó el Pirineo desde tierras bearnesas.

Txistularis de toda Nafarroa nos acompañaron en la Martxa al Castillo de Lizarra

Lizarraren  historiarako 1512ko Urriaren 30eko eguna Nafarroaren historiako oso tristea izan zen. Azkenean nafarrek arro baina pena handiz amore eman behar zuten, Nafarroa librearen azken goterlekua españoleen eskuetan utziz

Gaztelutik irtetzerakoan, nafar defendetzaileek “Nafarroa, Nafarroa” oihuak behin eta berriro errepikatu zituzten Lizarrara berriro itzuliko zirela ongi baitzekiten. Hurrengo urteetan hamaika aldiz altxatu ziren independentzia bereskuratzeko asmoz, baina askatasunaren aukera Noaingo zelaietan betirako galdu zen

Nafarroaren deskonkista aldarrikatu genuen

Gaztelu Nagusiaren defendatzaileek ez zuten jaso espero zuten laguntza

La resistencia del castillo Mayor duró todo el mes de octubre. A Lizarra llegaron más refuerzos de las tropas españolas que habían participado en el sometimiento de Olite y Tafalla. Con ellas llegaba el veterano militar español, marqués de Comares y alcaide de los Donceles, Diego Fernández de Córdoba, que fue quien se hizo cargo del sitio al castillo. Durante días, las tropas españolas disparaban sus dos piezas de artillería traídas desde Hondarribia y es probable que los nabarros usaran sus propios cañones. La única esperanza para los sitiados era que un grupo del ejército real acudiera a Estella para romper el cerco. La operación se puso en marcha y una columna de navarro-franceses avanzaron  hasta Gares, donde fueron rechazados. Para forzar la rendición, un grupo de azadoneros iniciaron las labores para socavar las murallas del castillo.

Participantes en la VI Martxa al Castillo de Lizarra




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